miércoles, 25 de noviembre de 2009
Marco Teorico
El tabaco resulta del secado de las hojas de la planta denominada "Nicotina Tabacum". La Nicotina Tabacum crece en diferentes partes del mundo, y contiene la droga estimulante llamada NICOTINA (su principal alcaloide). Existen más de 50 variedades de esta planta, las cuales difieren en su contenido de nicotina. El humo del tabaco contiene básicamente 4 componentes: los alquitranes, el monóxido de carbono, las sustancias irritantes y la nicotina.
Los ALQUITRANES son las sustancias responsables de las diferentes formas de cáncer atribuibles al tabaquismo, especialmente cáncer de pulmón, pero también de boca, faringe, laringe y esófago.
El MONÓXIDO DE CARBONO es producido por la combustión del tabaco y del papel que envuelve el cigarrillo. Cuando este penetra en los pulmones, la oxigenación de los tejidos disminuye sensiblemente. Esta sustancia favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Las SUSTANCIAS IRRITANTES dificultan a los cilios que tapizan la mucosa del árbol respiratorio limpiar los microorganismos que penetran con el aire inspirado. Son las responsables de la tos y el aumento de la mucosidad en los fumadores, y a largo plazo, de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Y la NICOTINA es un alcaloide encontrado en la planta del tabaco (Nicotiana tabacum), con alta concentración en sus hojas. El consumo de tabaco supone el consumo de una peligrosa droga con una fuerte carga de veneno, que ha sido utilizada incluso como insecticida (desde 1746). Los primeros europeos que consumieron tabaco formaban parte de la tripulación de Cristóbal Colón, en su viaje a las Indias. Aunque la nicotina debe su nombre a Jean Nicot, que la introdujo en Francia en 1560.
El 90% de la nicotina inhalada con el cigarrillo llega desde la boca a los alvéolos del pulmón y cada pitada permite la absorción de 0,2 mg de nicotina. La cantidad de nicotina de los cigarrillos que se consumen varía de 0,05 a 2,75 mg/kg.; en promedio ronda los 1,1 mg. La nicotina se absorbe por las superficies epiteliales con las que se pone en contacto el humo (boca, fosas nasales, laringe, bronquios, estómago). La nicotina actúa sobre el sistema nervioso central (igual que el alcohol) produciendo una excitación seguida de depresión.
Pero la mayor parte de sus efectos se producen por estimulación del sistema nervioso vegetativo o autónomo originando los siguientes efectos: aumento de la contractilidad y la frecuencia cardíaca, constricción generalizada de los vasos sanguíneos, estímulo de la respiración, incremento de la acidez gástrica, de la movilidad intestinal y elevación de los niveles en sangre de glucosa, colesterol y ácidos grasos libres.
La nicotina se sintetiza en las raíces de la planta por efecto del agua y las sales minerales que se hallan en la misma, tiende a ascender por la savia al tallo y de éste a las hojas donde se deposita en forma de sales. La concentración máxima de nicotina se encuentra en las hojas medias de las plantas, donde hay mayor concentración del alcaloide.
También es de hacer notar que en la propia hoja varía la concentración, pues es mayor en el ápice y los bordes y menor en la parte basal y central.
Además de la nicotina, la planta de tabaco produce otros alcaloides a saber: 1. Nornicotina. 2. Oxinicotina. 3. Nicotirina. 4. Anabasina. 5. Ácido nicotínico.
El humo del tabaco constituye el más importante contaminante oxigeno ambiental. Igualmente, al exhalar el humo de su cigarrillo al aire ambiental. La nicotina a dosis altas es un fuerte tóxico que puede ocasionar la muerte con la absorción de entre 40 y 60 mg.
Esta cantidad ya se alcanzó con la inhalación del humo de 20 a 30 cigarrillos. La intoxicación aguda ocasiona: • Palidez • Náuseas • Vómitos • Sialorrea • Sequedad de la garganta • Miosis • Diarreas • Taquicardia • Sudoración fría • Mareos En caso de producirse la intoxicación crónica el organismo reacciona con: • Palpitaciones • Opresión precordial • Hipertensión arterial • Cefalea • Vértigo • Temblor • Inapetencia • Amnesia • Gastritis crónica • Bronquitis crónica
EFECTOS DE LA NICOTINA EN EL CONSUMO DIARIO
A corto plazo: La nicotina afecta al sistema nervioso periférico y central. Puede ser relajante o estimulante conforme al estado de ánimo de la persona y a la cantidad de nicotina que se tome. Sus efectos inmediatos incluyen: incremento de la presión sanguínea y de la frecuencia cardiaca, respiración acelerada, constricción de las arterias y estimulación del sistema nervioso central.
A largo plazo: El consumo prolongado de tabaco deriva en dependencia y adicción a la nicotina. El estudio de los mecanismos que despiertan la adicción no está cerrado, pero se contemplan varias teorías. El sistema límbico del cerebro, que emplea los neurotransmisores de dopamina, se ve afectado por la nicotina, lo que puede ser una explicación de la adicción.
LA MUJER Y LA NICOTINA
En la mujer los daños que produce el tabaco son similares a los que padecen los hombres en pulmones, corazón, arterias, cerebro y otros órganos. Pero en la mujer se agregan perjuicios mayores por sus características especiales, no solamente en la gestación sino también en sistemas u órganos más predispuestos por su delicadeza y sensibilidad, como la piel, el sistema óseo y la boca:
• La belleza y la estética de la mujer es afectada en la piel y en la boca: La piel es lesionada por el humo del tabaco que produce destrucción de las fibras elásticas y aparición prematura de arrugas, en forma más visible afecta el rostro. Y en la boca se afectan encías, mucosas y dientes, manifestándose desde un principio como halitosis.
• El sistema óseo: Donde se producen las lesiones más devastadoras por la acción antiestrogénica de la nicotina, y que se manifiestan en forma acelerada cuando disminuyen los estrógenos en la menopausia y la osteopenia se transforma en osteoporosis.
• La gestación: Infertilidad, embarazos ectópicos y abortos espontáneos. El niño es afectado por la nicotina que pasa la placenta y llega a su circulación produciendo retardo del crecimiento intrauterino y niños prematuros con bajo peso.
Consecuencias del consumo de tabaco para la salud de la mujer
- El riesgo anual de muerte de la mujer aumenta más del doble entre las fumadoras asiduas, en comparación con las personas que nunca han fumado en los grupos de edades comprendidas entre los 45 y 74 años.
- El riesgo de contraer cáncer de pulmón aumenta según la cantidad, duración e intensidad del hábito. El riesgo de muerte por cáncer de pulmón es 20 veces más frecuente entre las mujeres que fuman dos o más paquetes de cigarrillos diarios que entre las que no fuman.
- Las mujeres que fuman presentan mayor riesgo de sufrir un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y una hemorragia subaracnoidea
- El tabaquismo es una de las causas principales de enfermedades coronarias de las mujeres. El riesgo aumenta en función de la cantidad de cigarrillos y duración del hábito.
- Las mujeres que fuman aumentan el riesgo de muerte como consecuencia de una ruptura de aneurisma de la arteria abdominal. También aumentan el riesgo de sufrir arterioesclerosis vascular periférica
- El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) en las mujeres y el riesgo aumenta en función de la intensidad y duración del hábito. En los Estados Unidos, cerca del 90 por ciento de las muertes en las mujeres por estas enfermedades pueden atribuirse al consumo de tabaco.
- Las mujeres que fuman aumentan el riesgo de retraso en la concepción y de infertilidad primaria y secundaria y puede padecer un leve aumento en los riesgos de embarazos ectópicos y abortos espontáneos. Experimentan la menopausia natural a más temprana edad que las no fumadoras y, tal vez, más síntomas menopáusicos.
- Las mujeres posmenopáusicas que fuman presentan osteoporosis (menor densidad ósea) que las no fumadoras, además de un mayor riesgo de fractura de cadera.
- La exposición al humo del tabaco en el ambiente es una de las causas de cáncer de pulmón entre mujeres que nunca han fumado y se asocia con el aumento del riesgo de padecer enfermedades coronarias.
Está demostrado que la nicotina es una de las sustancias más adictivas. Los síntomas de abstinencia que acompañan a aquel que intenta dejar de fumar son: ansiedad, depresión, dolores de cabeza, fatiga.
Esta teoría se basa en verificar los efectos de la nicotina, en fumadores activos, de cómo la nicotina afecta a la mayoría de los órganos del cuerpo humano. Unas de las consecuencias mas significativas de la nicotina en el organismo son los paros cardiacos, ya que este alcaloide ataca directamente el torrente sanguíneo y al sistema nervioso, esta combinación reduce la elasticidad en el músculo el corazón, y lo acelera para bombear mas sangre, esto provoca que en cierto momento el corazón se colapse al no cumplir su función correctamente. Los paros respiratorios también producidos por este alcaloide en su funcionamiento similar al paro cardiaco, pero con una variable notable, ya que los pulmones son un tejido esponjoso de gran absorción y es más propenso a las secuelas.
El uso crónico de la nicotina parece empeorar la patología de la enfermedad de Alzheimer. Se encuentra que la ingesta crónica de la nicotina origina una sobre regulación de los receptores nicotínicos, que se correlacionaba con un incremento marcado de la agregación y del estado de fosforilación de estos.
En general la integración de la nicotina en el organismo es completamente dañina y tiene efectos irreversibles, la falta de interés en los consumidores, nos conlleva a contemplar un estadio de desinformación que implica graves riesgos para la sociedad afectando directamente a sus actores cotidianos, teniendo como consecuencia una gran diversidad de enfermedades que reducen el tiempo de vida en los seres humanos.
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